Naturaleza, calma y conocimiento compartido
Naturaleza, calma y conocimiento compartido

El pasado sábado 31 de mayo, el Parque Natural de la Marjal de Pego-Oliva fue el escenario de una nueva actividad organizada por la Vocalía de Deporte para Personas Mayores de la FEMECV, en colaboración con el Club Excursionista de Pedreguer. Una propuesta que combinó senderismo suave, interpretación ambiental y disfrute del entorno en un espacio natural único de nuestra Comunitat Valenciana.
Una ruta entre humedales, aves y aguas cristalinas
La actividad comenzó en el entorno de la Font Salada, un paraje de gran valor ecológico y cultural. Aunque el inicio de la marcha se retrasó media hora por las dificultades para encontrar el punto de encuentro, el grupo se organizó rápidamente y pudo comenzar la ruta tras recibir una bolsa de fruta como detalle de bienvenida.
El guía de la jornada, Joan Sala, ofreció una verdadera clase magistral de educación ambiental. Con un conocimiento profundo del parque, fue desgranando los elementos más relevantes del ecosistema: desde la procedencia de las aguas que nutren la marjal, hasta las especies vegetales autóctonas e invasoras, la fauna asociada a los humedales y, sobre todo, la extraordinaria riqueza ornitológica del enclave.
Las personas participantes aprendieron sobre especies como el martín pescador o el águila pescadora, que encuentran en estas aguas claras un entorno ideal para su alimentación. Especial interés despertó el paso junto al centro de reproducción del águila pescadora, cuya reintroducción en la zona ha sido un éxito notable.
Senderismo suave adaptado al calor
Aunque la ruta original prevista era algo más extensa, las altas temperaturas llevaron a adaptar el itinerario para garantizar el bienestar del grupo. Aun así, se recorrieron los principales senderos del Parque Natural y se detuvieron en los paneles informativos, donde Joan contextualizó con detalle cada elemento.
La organización destacó que no se produjo ninguna incidencia relacionada con el calor, gracias a la actitud responsable de todas las personas asistentes y a la planificación previa.
Al finalizar la ruta, algunas de las personas participantes optaron por disfrutar de un refrescante baño en la Font Salada, cuyas aguas brotan de dos manantiales naturales y están consideradas beneficiosas para la piel. Este momento de relax y conversación cerró una mañana marcada por la tranquilidad, el conocimiento compartido y la conexión con la naturaleza.
Un modelo que funciona y que seguirá creciendo
Este tipo de rutas suponen un modelo de actividad que encaja especialmente bien con el colectivo de personas mayores federadas: itinerarios adaptados, enfoque interpretativo, trato personalizado y puesta en valor del patrimonio natural.
Además, refuerzan el sentido de comunidad y permiten disfrutar de la montaña desde una vertiente más tranquila, reflexiva y profundamente conectada con el entorno.